Aprende a detectarlas… para recuperar salud y bienestar
Según la British Allergy Foundation, el 45% de la población en Europa y Estados Unidos podría padecer una intolerancia o hipersensibilidad alimentaria.
La intolerancia alimentaria es una reacción inmunitaria tardía del organismo luego de la ingesta de un alimento o un aditivo alimenticio.
¿Cuál es la causa?
Un desequilibrio de la flora o de la pared intestinal puede acarrear el paso, a través de la misma pared, de moléculas no reconocidas y no toleradas (por ejemplo fragmentos de proteínas alimentarias).
Al estar en contacto con estas moléculas “intrusas”, el sistema inmunitario intestinal empieza a producir anticuerpos específicos para destruir los fragmentos de alimentos implicados.
Es lo que llamamos la hiperpermeabilidad intestinal.
¿Cómo reconocer una intolerancia alimentaria?
Los síntomas pueden aparecer entre 24h y varios días después de la ingesta. Por ello es imposible diagnosticar clínicamente cuáles son los alimentos responsables.
Los síntomas son primero intestinales: diarreas, dolores de tripa, enfermedades inflamatorias del colon, etc.
Sin embargo, la reacción inmunitaria y la inflamación que conllevan pueden también acarrear síntomas muy diversos, más allá del intestino: migrañas, asma, estrés crónico, dolores musculares o articulares inexplicados, eczema, psoriasis, fatiga crónica, etc.
¿Cuáles son las intolerancias alimentarias más comunes?
Las más frecuentes son las intolerancias a la leche de vaca, al gluten, a los huevos, a la soja, etc.
Sin embargo cualquier alimento puede causarla.
Gracias a un análisis de sangre, es posible identificar los anticuerpos específicos que revelan las intolerancias alimentarias.
¿Cómo tratarlas?
El tratamiento de las intolerancias alimentarias consiste en la supresión temporal (6 a 12 meses) de todos los alimentos implicados, tiempo que necesita la pared intestinal para cicatrizar y la flora intestinal para reconstituirse gracias a los micronutrientes adaptados.
Estos micronutrientes son:
• LOS PROBIÓTICOS: micro-organismos vivos que tienen efectos benéficos sobre la salud. Según las cepas, ayudan a reforzar la flora intestinal, proteger la pared de las agresiones virales o bacterianas, y regular el sistema inmunitario.
• LA GLUTAMINA: principal fuente de energía para las células intestinales, es necesaria para la cicatrización de la pared intestinal.
• LA CLOROFILA MAGNESIANA: protege las células intestinales, ayuda a reducir la producción de gases digestivos y mejora el equilibrio de la flora intestinal.
• ANTIINFLAMATORIOS NATURALES: (cúrcuma, romero, omega 3) disminuyen la inflamación y protegen la pared intestinal.
• COFACTORES DEL SISTEMA INMUNITARIO: (zinc, vitamina D) favorecen el buen funcionamiento de las células inmunitarias del intestino.
En Dolce Vita te podremos acompañar en el diagnóstico y tratamiento de posibles intolerancias alimentarias.
Llama al 965264212 y pide cita con la Doctora Isabel Argüello Roca, la primera consulta es gratuita.